Aprende a poner la otra mejilla y encontrar la paz interior

¡Hermanos y hermanas en Cristo! Hoy quiero hablarles sobre un tema que a veces puede resultar difícil de entender y aplicar en nuestras vidas diarias: poner la otra mejilla.

En el Evangelio según San Mateo, Jesús nos enseña: Pero yo os digo que no resistáis al mal; antes bien, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra. ¿Qué significa esto? ¿Es acaso una invitación a ser débiles y pasivos ante la injusticia? ¡De ninguna manera!

Al contrario, poner la otra mejilla es un acto de valentía y amor, una muestra de nuestra confianza en Dios y en su justicia. Significa no responder al odio con más odio, sino con perdón y compasión.

Por supuesto, esto no implica que debamos tolerar el abuso o la violencia. Debemos buscar protegernos a nosotros mismos y a los demás de cualquier daño. Pero al mismo tiempo, no debemos permitir que el rencor y la ira nos consuman.

Recordemos las palabras de San Pablo en su carta a los Romanos: No te dejes vencer por el mal, sino vence al mal con el bien. Poner la otra mejilla es, en última instancia, un acto de resistencia pacífica y de fe en la victoria del bien sobre el mal.

Así que hermanos y hermanas, les invito a reflexionar sobre este tema y a buscar la manera de aplicarlo en nuestras vidas cotidianas. Quizás no sea fácil, pero con la ayuda de Dios y la fuerza del Espíritu Santo, podemos hacerlo posible. ¡Que el Señor nos bendiga y nos guíe siempre en nuestro camino hacia la santidad!

La sabiduría de saber cuándo perdonar y seguir adelante

La sabiduría de saber cuándo perdonar y seguir adelante es un tema importante en la vida de cualquier persona. A menudo nos encontramos en situaciones en las que alguien nos ha hecho daño, ya sea intencionalmente o no, y nos sentimos tentados a aferrarnos a ese dolor y resentimiento.

Sin embargo, es importante recordar que el perdón no significa que debamos olvidar lo que ha sucedido o ignorar el daño que se nos ha causado. En cambio, se trata de liberarnos del peso emocional que nos impide avanzar y encontrar paz interior.

Perdonar no es fácil, especialmente cuando se trata de situaciones dolorosas y traumáticas. Pero es importante recordar que el perdón no es un signo de debilidad, sino más bien de fortaleza y coraje. Cuando perdonamos, estamos eligiendo dejar ir el dolor y el resentimiento, y estamos abriendo la puerta a la curación y la sanación.

Seguir adelante después de perdonar puede ser un desafío, pero es importante centrarse en el presente y el futuro en lugar de aferrarse al pasado. A veces, esto puede significar poner límites saludables en las relaciones o incluso alejarse de personas que nos han hecho daño en el pasado.

Aprender a perdonar no significa que debamos olvidar lo que ha sucedido, sino que estamos eligiendo dejar ir el dolor y el resentimiento y abrirnos a la curación y la sanación.

Lucas 6:29: Amar a los enemigos y ofrecer la otra mejilla.

Lucas 6:29 nos llama a amar a nuestros enemigos y ofrecer la otra mejilla ante las ofensas. Esta enseñanza puede resultar difícil de poner en práctica, ya que a menudo nuestra primera reacción es la de defendernos y responder con agresividad.

Sin embargo, ofrecer la otra mejilla no significa ser débil o permitir que nos pisoteen. Más bien, se trata de un acto de valentía y amor que busca detener el ciclo de violencia y resentimiento.

Al poner en práctica esta enseñanza, estamos demostrando una actitud de humildad y perdón que puede tener un efecto positivo en nuestras relaciones con los demás. Además, al no responder con agresividad, estamos evitando dañar nuestra propia paz interior y nuestro bienestar emocional.

Por supuesto, ofrecer la otra mejilla no siempre es fácil y puede requerir un gran esfuerzo de nuestra parte. Pero al hacerlo, estamos siguiendo el ejemplo de Jesús y abriendo la puerta a la reconciliación y la sanación.

La enseñanza de Jesús sobre poner la otra mejilla

La enseñanza de Jesús sobre poner la otra mejilla es uno de los principios fundamentales de la ética cristiana. Este mandamiento se encuentra en el Evangelio de Mateo 5:39, donde Jesús dice: Pero yo les digo: No resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.

Este mandamiento ha sido interpretado de diversas maneras a lo largo de la historia del cristianismo. Algunos lo han interpretado como una llamada a la paciencia y la tolerancia, mientras que otros lo han visto como una invitación a la no violencia activa.

En cualquier caso, la enseñanza de Jesús sobre poner la otra mejilla es una invitación a rechazar la violencia y buscar la reconciliación y el diálogo. Esto no significa que los cristianos deban ser pasivos o resignados ante la injusticia, sino que deben responder a la violencia con amor y compasión.

Esta enseñanza sigue siendo relevante en la actualidad y puede inspirar a las personas de todas las creencias a trabajar por la paz y la justicia en el mundo.

El mandato de Jesús: No resistir al malvado (Mateo 5:39)

El mandato de Jesús de No resistir al malvado se encuentra en Mateo 5:39 y ha sido objeto de interpretaciones y debates a lo largo de los siglos. En este pasaje, Jesús dice: Pero yo os digo que no resistáis al malvado; antes bien, a cualquiera que te hiera en la mejilla derecha, vuélvele también la otra (RV60).

Este mandato ha sido interpretado de diversas formas, desde una llamada a la no violencia y la resistencia pasiva, hasta una exhortación a someterse sin resistencia a la injusticia y la opresión. En cualquier caso, es un llamado a la paciencia y la humildad, a no responder al mal con más mal, sino a buscar la reconciliación y la paz.

En el contexto del artículo sobre poner la otra mejilla, este mandato de Jesús puede ser visto como una expresión de la actitud que se espera de aquellos que buscan seguir sus enseñanzas. Al poner la otra mejilla, se muestra una disposición a sufrir injusticias por el bien de la paz y la reconciliación, en lugar de responder con ira y violencia.

En el contexto de poner la otra mejilla, esta actitud puede ser vista como un ejemplo de cómo seguir las enseñanzas de Jesús en situaciones de conflicto y opresión.

Bueno amigos, espero que este post les haya gustado y les haya hecho reflexionar sobre la importancia de poner la otra mejilla. Sé que a veces puede ser difícil, pero recuerden que siempre es mejor dejar ir el rencor y la rabia para poder avanzar en la vida. Así que la próxima vez que alguien los lastime o los ofenda, piensen en poner la otra mejilla y verán cómo todo será mucho más fácil. ¡Ánimo y a seguir adelante con una actitud positiva!

 

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